Autora: Investigación, dirección, producción y edición de Sonia Uberetagoyena Loredo
Los mercados financieros internacionales son una extensión de los mercados nacionales, por lo que sus transacciones son parecidas, pero también tienen diferencias:
- Las monedas que se utilizan en el mercado internacional son diversas, por lo que implican un riesgo de cambio, inexistente si se opera en el mercado nacional con moneda del país.
- El volumen por transacción en los mercados internacionales son superiores a los que se negocian y contratan en el mercado nacional (excepción de EUA, Inglaterra, Japón y Alemania).
- En el mercado internacional existe casi total libertad de reglamentos y otras restricciones, en contraste con los mercados nacionales en donde hay intervenciones del banco central y otras autoridades.
- En el mercado internacional, la competencia entre los participantes –principalmente los bancos- es muy fuerte. Como consecuencia los márgenes de intermediación[1] son más bajos, por lo que los clientes son atraídos hacia éste ámbito, ya que los bancos pagan más intereses y cobran menos.
- En los mercados nacionales, los Ministerios o Secretarías de Hacienda o de Finanzas participan con uno u otro impuesto en los costos o ganancias, en forma clara y tajante. Las transacciones que se desarrollan en el mercado internacional se reflejan en las cuentas de pérdidas y ganancias y en los balances de los participantes, los cuales tienen un país de residencia que le somete al pago de impuestos según su legislación, pero los impuestos varían de país a país, y el rigor con que se cobran, también.
El mercado internacional de dinero ha existido siempre[2], pero su auge tuvo lugar en los años sesenta del Siglo XX. Un paso decisivo en su desarrollo fue el deseo de la Ex Unión Soviética de mantener en el anonimato sus tenencias de divisas de países occidentales. La causa de su afluencia fue el déficit de la balanza de pagos de Estados Unidos durante los años sesenta, cuando ese país, a través de su masiva ayuda militar y económica a otros países y de las inversiones de sus empresas en ultramar, dejaba muchísimos dólares en manos de gobiernos, empresas y ciudadanos no estadounidenses.
Las otras monedas que se negocian en el mercado financiero internacional proceden de créditos, ya que los países cuyas monedas se utilizan –no sufrieron déficits sino más bien superávits de balanzas de pagos. Bastó que los bancos de esos países –y otras entidades no financieras- colocaran esas monedas en el mercado internacional, para que el marco alemán y el franco suizo estuvieran disponibles en él.
Después de su despegue en Nueva York, el mercado se trasladó principalmente a Europa, como consecuencia de ciertas medidas fiscales de Estados Unidos para impedir la salida de dólares, en 1963. Esas medidas hacían que pedir créditos fuese más difícil y costoso en Nueva York que en Londres.
Otros centros de importancia en Europa son Frankfurt, las tres ciudades suizas Zurcí, Basilea y Ginebra, París, Bruselas, Luxemburgo, Milán y Ámsterdam. Fuera de Europa hay que citar a Hong Kong, Singapur y Tokio en Asia; las Islas Bermudas y Caimán, y Panamá, Miami y San Francisco en América; y, en Oriente Próximo, Beirut y algunas ciudades que acaparan el capital árabe, resultante del petróleo.
Lo que todos esos centros tienen en común, como condiciones básicas para que se desarrollen en ellos transacciones internacionales, son:
- Presión fiscal baja o nula por transacciones off-shore “fuera de la costa”.[3]
- Escasa reglamentación por parte de las autoridades monetarias o del gobierno mismo.
- Estabilidad política, y con ella, estabilidad de la legislación liberal para el funcionamiento de la banca.
- Existe convertibilidad, es decir, libertad para cambiar entre sí, sin límites, las monedas que en el mercado se negocian.
Las principales operaciones en detalle
1. Operaciones interbancarias
Transacciones de cambio al contado.- El mercado no tiene una ubicación única, sino que es mundial, sin que los potenciales compradores y vendedores se vean ni puedan decir, con señas o con voz, lo que quieren hacer. Por ello se han establecido reglas del juego, para tener un mercado fluido en cada momento, tales que un cambista de un banco, que es consultado por el de otro banco, tiene la obligación de contestar con una oferta de cotización de tipo de cambio (con un margen entre su precio de compra y venta muy estrecho) en firme, indicando la cuenta y el banco en que deberán ser depositados en un plazo de dos días laborables, de ser aceptada.
Transacciones de cambio a plazo.- Es el mercado gemelo del mercado de cambio al contado, caracterizado por los mismos procedimientos, con excepción del plazo de ejecución, que deberá cumplirse en el plazo convenido, a la tasa de cotización actual. En general se negocian contratos de compraventa de divisas a plazos desde uno o varios meses hasta un año.
2. Los depósitos interbancarios: Se toman y prestan fondos en las diversas monedas a diversos plazos, en general también hasta de un año, estableciéndose la tasa de interés anual.
3. La banca y sus clientes no bancarios: Transacciones de cambio y de depósitos bancarios (transacciones “al por menor”) que se extienden entre la banca y sus clientes no bancarios. El importe de estas transacciones no es en cifras redondas ni tan alto como el que se negocia entre bancos; pues normalmente se habla de miles de dólares, por ejemplo, y de días de plazo, en contraposición a los millones de dólares y de números enteros de meses para plazos entre bancos. Sus márgenes entre la compra y la venta de divisas que la banca cobra a sus clientes no bancarios también son más amplios, y a menudo se ensanchan por las comisiones de cambio.
4. Las transacciones crediticias
A corto plazo
- Para capital de trabajo (fondo de maniobra) de la empresa.- financian stocks, deudores, etc., por lo que muchas veces son renovables.
- Financiaciones de transacciones específicas.- en general de exportación de bienes de consumo y poco frecuentemente de inversión.
En el comercio exterior, los vendedores deben conceder muchas veces plazos de pago largo a sus compradores, para así obtener el pedido. Sin embargo, para cobrar cuanto antes el importe de la venta, el exportador puede acudir a un banco para que le adelante lo que después su cliente le pagará, devolviendo el importe posteriormente en la misma divisa que le fue prestada al banco. Igualmente ocurre con un importador que no obtiene crédito del vendedor.
A mediano plazo: Transacciones a plazos mayores a un año. Pueden ser:
- Financiaciones de exportaciones o importaciones, en general de bienes duraderos o de inversión con una vida útil que se acerca al plazo de inversión.
- Préstamos financieros.
Transacciones de financiación
1. Los bancos: préstamos en divisas a mediano plazo
Los bancos, que operan multinacionalmente, son los bancos. Un banco puede actuar fuera de su país bajo varios esquemas:
- Sucursal: Entidad que tiene las mismas características legales que su casa matriz, siendo parte integrante de esta última (propiedad 100%).
- Subsidiaria: Entidad que puede ser propiedad del banco matriz en un porcentaje, pero que le permite mandar en la primera. Tiene las mismas características legales separadas de la casa matriz.
- Representación: Agencia de servicios, con un capital propiamente nulo y sin derecho a hacer negocios, sólo puede buscar oportunidades de negocio y hacer de intermediario entre un prestatario potencial y su banco. No puede aceptar dinero en depósito, ni prestar directamente.
- Corresponsales: Bancos, totalmente ajenos en propiedad, a la banca matriz, pero que sostienen con ésta última un contrato de colaboración mutua en los respectivos países.
La banca es un intermediario en el mercado internacional, que no dispone de por sí de los fondos que presta por lo que debe financiarse, para la cual busca o acepta depósitos, mantiene cuentas corrientes con sus clientes y emite obligaciones, certificados de depósito y otros títulos para captar dinero. En el mercado financiero internacional, el medio de refinanciación de los bancos son los depósitos interbancarios, por lo que la banca, que presta a mediano plazo, se refinancia más bien a corto: recibe, por ejemplo, fondos a 3 o a 6 o a 12 meses, y los presta a un plazo entre 2 y 10 años.
Esa diferencia de plazos entre la financiación recibida por la banca y la que proporciona implica un grave riesgo, pues si una vez fijado el tipo de interés que el banco cobra por sus créditos a mediano plazo, se elevan los que debe pagar en el corto plazo por la financiación recibida, el banco puede sufrir graves pérdidas por el aumento de sus costos y la permanencia de sus ingresos. Pero la banca sabe evitar este riesgo, pues traslada esas fluctuaciones de la tasa de interés a los prestatarios, que pueden ser:
- Empresas privadas industriales, comerciales o de servicios.
- Entidades públicas (empresas públicas, institutos oficiales de financiación, etc.).
- Gobiernos centrales y locales.
- Bancos centrales.
- Instituciones supranacionales, como el Banco Mundial y otras entidades internacionales de financiación del desarrollo.
Las empresas privadas acuden a ese mercado porque les parece una fuente importante y barata de financiación. Mientras que el sector público acude a él para financiar, algunas veces, a su propio banco central, que enfrenta una escasez de divisas, frecuentemente a causa de un déficit en su balanza de pagos; o porque las autoridades monetarias, ante un déficit de pagos exteriores, aconsejan y aun obligan al sector privado a endeudarse en divisas, para así aumentar las reservas o por impedir su disminución.
Las condiciones típicas de los préstamos internacionales a mediano plazo son:
- Plazo: ente 1 y 8 años.
- Interés: Preferiblemente variable, sobre la base del interés interbancario a corto plazo (3, 6 o 12 meses) en Londres (LIBOR) o sobre el PRIME (tasa cobrada por los bancos a sus clientes de primera línea, en EUA). Por encima del interés se cobra un margen, ya que en teoría la tasa LIBOR es la del costo del dinero bancario, es decir, de refinanciación de la banca.
- Sumas: Entre 50,000 y 5,000 millones de dólares.
- Amortización: En cuotas parciales desde el inicio, o más tarde, o todo al final, según la fórmula negociada.
- Montaje del préstamo: Por negociación del prestatario con un banco, o con un pequeño grupo de bancos (club), o con muchos bancos (sindicato), según el importe del préstamo (cuanto más alto, más bancos participan).
- Costos adicionales: Comisiones[4], gastos directos de montaje; posibles gastos de documentación legal e impuestos.[5]
- Garantías: Suelen ser mínimas, pues es difícil imponer garantías reales en transacciones que cruzan fronteras; por eso la solvencia del prestatario es decisiva.
- Otras condiciones muy variadas.
Para los prestatarios, el préstamo en divisas, convertido a moneda local, implica un costo desconocido a priori; ya que los intereses no son fijos y por la incertidumbre en el tipo de cambio, que no se sabe si se mantendrá, mejorará o empeorará, durante la vida del préstamo.[6]
Los prestatarios acuden al mercado financiero internacional, a pesar de sus grandes riesgos porque encuentran en él las siguientes ventajas:
- En muchos mercados nacionales no hay sumas disponibles a un plazo adecuado.
- Porque los exportadores o los que invierten fuera de su país tienen un seguro de cambio automático, a través de los activos que poseen en divisas, que compensan el riesgo de cambio del pasivo, constituido por los préstamos a mediano plazo.
- Porque cualquier moneda nacional se devalúa o revalúa frente a otras divisas.
- Porque las grandes empresas están siempre endeudadas en divisas, tomando préstamos nuevos cuando vencen los anteriores, haciendo que el costo financiero se pueda contemplar como un costo financiero a muy largo plazo, a lo largo del cual se compensarán los altibajos imprevisibles de su costo, de modo que resulta un costo medio más o menos normal.
- Porque el margen de intermediación en el mercado internacional es más bajo que en el mercado financiero nacional.
También existen desventajas en el mercado financiero internacional, como se ha podido constatar con las crisis de deuda de 1982, que propicio la suspensión de pagos de países deudores, que habían exagerado en tomar fondos y que en algún momento no pudieron seguir pagando. Una debilidad de este mercado es su relativa libertad, ya que no hay autoridad que supervise la actuación de la banca ni que le imponga, por ejemplo, restricciones y criterios prudentes de liquidez, caja o reservas, coeficiente de solvencia[7], techos máximos a los préstamos a un solo país, información sobre la deuda total de cada país, etc.
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[1] Diferencia entre lo que un banco paga para obtener dinero y lo que cobra por prestarlo.
[2] Véase 01 La temática de la Economía Internacional 4 La determinación del tipo de cambio.
[3] Fuera del alcance de la legislación nacional del gobierno en cuyo país se encuentra el centro bancario internacional. Si el gobierno de uno de esos centros quisiera cambiar el régimen fiscal, cobrando más, las transacciones simplemente ya no se harían en él, perdiendo así el país lo que estaba ganando.
[4] Las de participación y gestión se cobran de una vez, y las de la agente y sobre fondos no dispuestos, se cobran en forma de tasa anual durante la vigencia del préstamo.
[5] Incluyen las minutas de los notarios y abogados; las tasas que el gobierno cobra de las transacciones y los impuestos sobre transacción y quizá sobre los intereses pagados a los bancos.
[6] Si la cotización de la moneda nacional cambia, tanto los pagos de intereses como los de amortización del préstamo se convierten en sumas desconocidas en moneda nacional.
[7] Relación entre el capital propio de un banco y el volumen de fondos tomados a terceros.